Por qué correr
- Luis Sanclemente
- 12 jun 2018
- 2 Min. de lectura

Nos gusta correr porque una legión de médicos lo desaconseja. Nos gusta correr porque estamos cansados de la monotonía y buscamos aventuras. Nos gusta correr porque estamparnos en el asfalto es el pan nuestro de cada día. Nos gusta correr porque besa y hiere como la primera novia. Nos gusta correr porque el baile de suelas contra el pavimento es el mejor modo de romper el silencio.
Nos gusta correr porque nos engañamos pensando que se puede hacer fácilmente. Nos gusta correr porque odiamos las corbatas. Nos gusta correr porque nos hace iguales a fuerza de recordarnos que somos diferentes. Nos gusta correr porque está claro quién es el que manda. Nos gusta correr porque adoramos irnos a la cama con los músculos devastados. Nos gusta correr porque escupe en la cara de la lógica. Nos gusta correr porque huele a sudor y satifacción. Nos gusta correr porque suelen ganar los que a menudo pierden.
Nos gusta correr porque permite a los hombres llorar como niños. Nos gusta correr porque es insensato y caprichoso. Nos gusta correr porque nos obliga a quitarnos la careta. Nos gusta correr porque nos destierra de la comodidad de la cama. Nos gusta correr porque aprendemos a contar en kolometros. Nos gusta correr porque un dorsal es un pasaporte. Nos gusta correr porque no termina al cruzar la meta. . Nos gusta correr porque siempre hay algún Chapulin colorado o Kiko o don Ramon en alguna carrera.
Nos gusta correr porque nos queda un gramo de locura. Nos gusta correr porque perder las uñas es mejor que perder la fe. Nos gusta correr porque la libertad no se negocia. Nos gusta correr porque te da una medalla que vale nada, pero significa mucho. Nos gusta correr porque jamás hace demasiado frío ni demasiado calor. Nos gusta correr porque tiene la decencia de las cosas que aprendimos de niños.
Nos gusta correr porque nunca es tarde para jugar a ser atletas. Nos gusta correr porque resulta imposible olvidar los pies descalzos de Abebe Bikila. Nos gusta correr porque fantaseamos con hacer una Maraton en menos de dos horas. Nos gusta correr porque somos idiotas, pero honrados. Nos gusta correr porque sabemos que la vida es un fin de semana y 195 metros.
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